miércoles, 7 de diciembre de 2016

ENTRADA

BIENVENIDOS a mi blog!

En el siguiente blog de investigación les deseo dar a conocer un poco de relatos, mitos y leyendas  que pueden encontrar en nuestro Valle del Cauca. El motivo por el cual he decidido realizarlo es con el fin de que conozcas un poco de las historias urbanas que caracterizan nuestro bello departamento.





En el Valle del Cauca existe un sinnúmero de manifestaciones fantasmales que posiblemente es un tema que causa una gran curiosidad debido a que son hechos que pueden ser reales, imaginarios o simple inventos de personas. Pero es allí cuando se despierta el interés de conocer un poco mas de ¿como sucede?¿porque sucede?. Así que por acá dejo algunos datos para los curiosos.  

martes, 6 de diciembre de 2016

Historia del Valle del Cauca

Para dar inicio daremos una breve introduccion sobre el departamento del que se desea hablar. El territorio de Colombia, para su mejor administración se divide en secciones, cada una con limites determinados, que se llaman Departamentos, son hoy treinta y dos en total. Cada Departamento esta regido por un Gobernador. Este ejerce su autoridad en los municipios por intermedio de los Alcaldes, que son sus representantes. El Gobernador representa al órgano o poder Ejecutivo del Departamento, su nombramiento dependía libremente del Presidente de la República y el de los alcaldes de los gobernadores, pero a partir de la nueva Constitución Nacional de 1991 los gobernadores, así como los alcaldes son elegidos por voto popular.
El Valle del Cauca resulta de la unión de dos provincias las cuales son Cali y Buga. Su nombre se deriva por que su llanura es atravesada por el Río que lleva su mismo nombre (Cauca).
Políticamente el Valle del Cauca se encuentra dividido en 42 municipios su capital es Santiago de Cali, es administrado y dirigido por un gobernador y los municipios por alcaldes.
La creación del Valle del Cauca, se debe a un ciudadano bugueño, filántropo, y humanitario medico IGNACIO PALAU VALENZUELA, escritor y periodista, nacido el 25 de marzo de 1850, hijo de Don Francisco Antonio Palau, cartagüeño y Doña Susana Valenzuela, bugueña. Fue él, en el año de 1907 quien mediante cartas personales empezó a gestar y promover la creación del nuevo departamento, pero como éste pertenecía a Estado de Departamento del Cauca, que se extendía desde Popayan, hasta Cartago, fue catalogado como perturbador del orden y antipatriota, por el entonces dictador General Rafael Reyes presidente de la república.

Tomado de
www.mivalledecompras.com


lunes, 5 de diciembre de 2016

MITOS Y LEYENDAS

LA LLORONA 


Este mito es uno de los más populares de Colombia y se conoce con versiones similares en el resto de América. Según los campesinos y aldeanos, la Llorona aparece como una mujer con rostro huesudo de calavera, ojos rojizos, cabellos desgreñados, largas vestiduras, sucias y deshilachadas. Algunos dicen que lleva en sus brazos un niñito muerto, causa de su gran pena, otros dicen que anda buscando a su hijo que se el ha perdido.

La Llorona se distingue por sus lloriqueos angustiantes y profundos y sus gritos macabros que provocan inmenso terror. Esta mujer llora en las quebradas, en las noches de plenilunio, en los cafetales, sementeras, en las riberas de los ríos y en la orilla de los montes. Se dice que este espíritu entra en las casas en busca de niños para llevárselos, creyendo que son el suyo para curar su pena, aunque hay quienes dicen que lo hace para igualar a los demás en su desdicha, dado que después de haber robado un niño lo arroja a un río o quebrada cercana. 
La versión más común del lamento de la llorona en el Valle del Cauca es la de: 
“Ay ... Ayyyyy... donde está mi hijo?”
La migración pastusa que se llevó a cabo a principios y mediados del siglo XX, atraídos por la floreciente economía cañera, trajo consigo algunas variantes del mito, especialmente en el sur del departamento, municipios de Florida, Pradera, Palmira, y en particular Candelaria, donde el grito de lamento reconocido es: 
“Ay ... Ayyyyy ... donde, lo hallaré ...donde lo encontraré?”



LA TUNDA


Este es un mito propio de los departamentos que poseen costa en el océano Pacífico. Cuentan los que saben que este personaje mítico es una mujer fea, que tiene un pie de molinillo o de tingui-tingui (raíz de un árbol) y el otro como el de un bebé. Se lleva a los moritos (bebés sin bautismo), a los niños desobedientes, a los maridos trasnochadores e infieles y a jóvenes hombre o mujeres, a los confines del monte para convertirlos en sus amantes. 

La Tunda conocida como la (come niños), engaña a sus victimas tomando la apariencia de sus madres u otro ser querido para que la sigan al monte; ya en sus dominios, los alimenta con camarones y cangrejos que cocina en su ano. Con sus malos olores emboba a sus victimas, les chupa el pene a los hombres hasta sacarles sangre y se hace succionar la vagina para idiotizarlos. 

Los “entundados” aprender a amar a dicha mujer y rechazan a los humanos. Para poder rescatarlos de la Tunda, es necesario formar una comisión con el padrino y la madrina del “entundado”, un sacerdote, amigos y otros familiares. Todos ellos se internan en el monte tocando tambores (cununos y bombos), quemando pólvora, disparando escopetas, rezando las oraciones y diciendo palabras soeces para que ella desaparezca.

Algunos dicen que la Tunda es negra y que huele muy mal, es un ser que experimenta sentimientos humanos, se enamora, se queja y odia, especialmente a los niños. A pesar de sus sentimientos y acciones humanas, la Tunda tiene poderes sobrehumanos, pues es ella quien produce la conjugación de sol y lluvia, y cuando esto pasa la gente del Pacífico dice que: “la Tunda está pariendo”.

Se dice que en una zona rural del municipio de Buenaventura, existe la Matunda, la mamá de la Tunda. Una vez en una fiesta, se organizó un concurso de baile y la Tunda componía una de las parejas finalistas, pero alguien la descubrió al mirar la pata de molinillo y gritó “¡vela Tunda, esa es la Tunda!” y esta salió corriendo.

EL DUENDE


Según la tradición oral mestiza del sur occidente  colombiano, existía un ángel que era el más hermoso de todos, se llamaba Luzbella y era el consentido de Dios, a tal punto que le enseñó y permitió hacer ángeles. Luzbella se sintió tan poderoso que se sentó en el trono tratando de suplantar a Dios, éste se enfadó y lo sentenció: “por haberme desafiado ya no serás Luzbella, sino Luzbel-Lucifer” y lo expulsó del cielo junto con sus ángeles. Los que cayeron a la tierra se convirtieron en mariposas y los que cayeron en el infierno se convirtieron en demonios y Luzbella en el Diablo. 

Dios conservó de los ángeles Luzbellinos a los que tocaban el tiple. Esos ángeles-músicos podían salir y entrar al cielo con entera libertad y aprovechaban para venir a la tierra a parrandear. Cada vez se demoraban más en regresar, hasta que un día encontraron cerradas las puertas celestiales. Dios no quiso dejarlos entrar nunca más y los ángeles errantes regresaron a al tierra. Aquí se convirtieron en Duendes, pequeños seres vestidos con colores que llevan un gran sombrero, ligados a la música, en particular al Tiple. La divinidad o maldad de estos encantados seres es algo ligado a las actitudes de la gente con sus congéneres o con el entorno natural, del cual son guardianes, haciendo que los cazadores no puedan ver a sus presas a pesar de tenerlas en frente o envolatándolos en el bosque para que no puedan hacer daño a la vegetación y a los seres que allí habitan.

Además de la música a los duendes les encantan los niños a los que atraen con juguetes coloridos que sólo esos pequeños pueden ver, hasta adentrarlos en sus terrenos y llevárselos para no volverlos a ver. Se interesan por las crines exuberantes de los caballos, las cuales enredan en la noche con nudos que nadie es capaz de soltar, no habiendo mas remedio que cortarlas. Para ahuyentar a un duende que hace travesuras se usa un tiple nuevo y se afina como se afinaba en el cielo. Se deja el instrumento en algún lugar visible de la casa o sitio visitado por el duende para que lo pueda ver y como buen músico no aguantará las ganas de tocarlo, así se encontrara con el temple sagrado y furioso destrozará  el tiple y jamás volverá. 




EL RIVIEL

Se trata de un “endriago” que se deleita causando espanto a los pescadores nocturnos. Cuentan que el riviel se aparece en un potrillo (canoa) mocho, es decir, que no tiene proa y en su lugar esta protegido por una tabla que impide la penetracion del agua. Este espanto se les presenta a los pescadores nocturnos, a quienes pre¬gunta en forma sencilla “amigo, ¿como esta la pesca?” y cuando el pescador le responde, siente que el potro empieza a ponerse pesado hasta el punto de no poder moverlo. Si el pescador no acepta el dialogo propuesto por el riviel, este se conforma con confundirlo de tal manera que no consigue enrumbar su embarcacion y solo puede hacerlo al amanecer, cuan¬do ya no recuerda nada de lo sucedido. Hay quienes afirman que el riviel acostumbra chuparle el cerebro a algunas de sus victimas, quienes son encontradas con el craneo totalmente vacio.
LA MADRE AGUA 
Es como una ninfa de las aguas, con aspecto de niña o jovencita bellísima, de ojos azules pero hipnotizadores y una larga cabellera rubia. La característica más notoria es la de llevar los piececitos volteados hacia atrás , es decir, al contrario de cómo los tenemos los humanos, por eso, quien encuentra sus rastros, cree seguir sus huellas, pero se desorienta porque ella va en sentido contrario

EL POLLO PELÓN



Según lo describe Silva Holguín en su texto, este ser es un “demonio” que “pía en las noches oscuras o cuando muere un condenado al infierno”.
Cuenta la leyenda que el Pollo pelón, también conocido como el Pájaro pollo, nació cuando un cura le realizó un exorcismo a una joven y el demonio que la poseía se refugió en el primer ser viviente no humano que se encontraba cerca: un pollo.
“Tiene forma de pollo recién nacido, pero más grande, y con los ojos saltones, rojos y chispeantes; pico afilado y de color verde fosforescente; cuello de víbora,alas de vampiro y patas de gallo, con enormes espuelas”, dice el historiador.
“Cuando este endriago canta en las noches tempestuosas o cuando alguien agoniza, y se escucha su terrible piar, los campesinos suelen santiguarse, escribe el académico en su compilado.
Hay quienes aseguran que en el Parque del Acueducto y en Pance se le escucha de vez en cuando.

domingo, 4 de diciembre de 2016

RELATOS

EXISTEN HISTORIAS FANTASMALES  RELATADAS POR PERSONAS EN LA CAPITAL DEL VALLE DEL CAUCA SERA REALIDAD O SIMPLEMENTE CUENTO?

Acá les dejo unos de los muchos relatos fantasmales conocidos o vividos. 

El monstruo de los Mangones




Un niño yace en medio de un matorral. Desnudo. Sus ropas, a unos cuantos pasos. Moretones en el cuerpo. Y en su corazón una gruesa aguja metálica. No es un cuento de horror. Sucedió en Cali.
No una ni dos veces: fueron 39 los niños que entre 1963 y 1966 aparecieron ya descomponiéndose en medio de campos abiertos, solitarios.
Algunos incluso eran violados. Otros, asfixiados. También había los que yacían pálidos, sin heridas, sin sangre. El primero en caer fue Luis Alberto Osorio, cuyo cuerpo fue hallado el 5 de noviembre del 63. Dos días después, con horror, fue identificado por su madre. Luego vendrían muchos más, incluyendo siete niños de Palmira y uno de El Cerrito.
Hasta entonces eran solo casos horripilantes que desataban inquietud.
Pero fue cinco víctimas después cuando el mito cobró vida. El 16 de enero del 64 el cronista judicial de El País, Alfonso Recio Delgado, fue quien hiló los hechos y bautizó al supuesto asesino en serie como el ‘Monstruo de los mangones’. Entre más morían, más fuerza tomaba la historia. Las madres comenzaron a sentir el pánico: aquél ser desconocido podía llevarse a su pequeño en cualquier momento.
La imagen de un ser amorfo que succionaba sangre se convirtió en una pesadilla para muchos. Un día, incluso, fue encontrada una calavera en un bus urbano. Tenía una nota anónima que rezaba que “son más de mil los que queremos que mueran” y “ya hemos cobrado la vida de niños pobres, ahora comenzaremos con los ricos”.
La Policía, en medio del desconcierto, emitía comunicados desesperados desmintiendo la existencia de un ser de otros mundos. Explicando que aquél monstruo era tan humano como su sed de asesinar.
Pero luego comenzaron los rumores, como era de esperarse en una ciudad de no más de 100.000 habitantes, creyente y temerosa. Recuerda Phanor Luna, quien entonces trabajaba en El País, que algunos, quizás movidos por envidias, comenzaron a especular acerca de un reconocido empresario que tenía leucemia, enfermedad poco conocida en la época. Se decía que aquél siniestro personaje, en su afán de prolongar su existencia, estaba cobrando vidas jóvenes para alimentar la suya que se apagaba.
Se hablaba de una pandilla. De hombres vestidos de negro con capuchas y mujeres de blanco, posiblemente enfermeras. Serían ellos, enviados por el adinerado caballero, quienes secuestraban a los pequeños, los violaban y luego les extraían la sangre para llevársela al enfermo. Pero eso, claro, son solo rumores.
Desde entonces, muchos de los niños de la ciudad son amenazados por sus madres con la frase: “Si te portas mal, te va a llevar el monstruo de los mangones”.

Buziraco y las Tres Cruces





Temblores, desbordamientos del río Cauca, apagones, epidemias, incendios y rayos. Fue una época en la que Cali se vio asolada, a principios del siglo XIX. Tales males se atribuyeron a un demonio llamado Buziraco, que había sido desterrado del Cerro de La Popa en Cartagena y que, cuenta la leyenda, terminó por posarse en un cerro del norte de Cali.
En 1837, los frailes Vicente y Juan Cuesta hicieron una romería hacia el cerro, en cuya cima instalaron tres cruces de guadua, con el objetivo de ahuyentar a aquél demonio que atemorizaba a la población. Desde entonces, cada año, el 3 de mayo, día de la Santa Cruz, los caleños subían a hacer oración y a celebrar la Santa Misa. Fue ya en 1937 que el padre Marco Tulio Collazos inició un proyecto para construir las cruces en cemento. El padre Alfonso Hurtado Galvis, quien tenía trece años, asistió a la inauguración en 1938 y recuerda que miles de personas llegaron a pie. Se dice desde entonces que el demonio abandonó la ciudad y la liberó de sus males. Sin embargo, hay quienes aseguran que con las cruces lo que se logró fue atraparlo y convertir la ciudad en su cárcel para siempre.

La Mano Negra




Cuenta la leyenda que en aquella loma, hoy conocida como de La Cruz, en alguna época habitaba una figura negra con cinco dedos, que nacía de entre la tierra. Nadie sabe a ciencia cierta la historia. Hay quienes dicen que fue un hombre de raza negra, que mató a su madre y lo enterraron ahí como un castigo eterno.
Pero don Salomón tiene otra versión. Él, que lleva 70 años viviendo en la esquina junto a la loma, desde que tenía 10, está seguro de que es un relato de amores. El predio pertenecía a un español, que tenía una hija adolescente. Una de sus esclavas vivía con su hijo, de la misma edad de la muchacha. Y, como el amor no entiende de razas ni abolengos, los jóvenes se enamoraron.
Tiempo después el español terminaría por asesinar al chico, tras encontrarlo en algo más que caricias con su hija. Quizás la tierra estaría fresca. Y la víctima, ya tiesa cuando el hombre lo enterró al lado del camino. Lo cierto, cuenta don Salomón, es que la mano salía en las noches. Y la historia terminó por convertirse en un relato de los que se comentan en las esquinas. La loma comenzó a llamarse La Mano Negra. En 1909, una misión de Franciscanos instaló una cruz, buscando que la aparición se fuera. De ahí su actual nombre. Dicen que la cruz logró su objetivo y dio el descanso eterno para el difunto.

http://www.elpais.com.co/elpais/cultura/noticias/cuento-o-realidad-historias-asustan-desde-hace-anos-cali

Apariciones en laVía



Mira por el retrovisor y ve a alguien sentado. Voltea: no hay nadie. En la profesión del taxista se ve de todo. De los vivos y los no vivos. Muchos cuentan historias, pocos aseguran haberlas vivido en carne propia. Entre las más populares está la monja fantasma. Aquella que se monta, generalmente con un hábito blanco, pide que la lleven a un convento y, al llegar al sitio, la mujer ya no está en el asiento. También está el relato de la pasajera de La Terminal, similar al anterior. Otros referencian a un ser que tira piedras a los vehículos y lo llaman Duende.
Pero a Johnny Rangel no le contaron. A Johnny le pasó. Y todavía siente escalofríos cuando se acuerda de la noche en que fue a llevar a un hombre al Aeropuerto a las 2:00 a.m. Llovía. Al tomar camino de regreso a la ciudad, por la recta Cali – Palmira, que conocía tan bien como a su taxi, se sintió desorientado: como si le hubieran dado diez vueltas sobre su eje. Al lado del camino logró distinguir a alguien de pie, mojándose. Era una anciana de baja estatura, de unos 75 años, con vestido café. Se detuvo y le preguntó: “Buenas, ¿hacia Cali?” A lo que ella contestó: “Va mal. Si quiere lo llevo”. Al escucharla, sintió un frío que recorrió su espalda. “No gracias, muy amable”, le respondió mientras se alejaba. Por el retrovisor vio cómo la mujer se quedaba allí de pie, mirándolo fijamente, con unos ojos que escurrían agua de lluvia. Finalmente llegó a Cali, descubrió que sí iba por el camino correcto, y se quedó con la duda de qué estaría haciendo una anciana en la madrugada, bajo la lluvia, en medio de la nada...
Baño Compartido


Me atrevo a decir que asusta, porque lo viví en carne propia... 
Los salones del edificio el Lago en la Universidad Javeriana Cali, son famosos por sus lúgubres lucecitas de pasillo y por los salones taciturnos, pero esto en las clases de cuatro de la tarde en adelante cuando el sol ya ha encontrado su horizonte. Salí de clase a las seis de la tarde sintiendo la necesidad de visitar el baño, éste queda al sur del edificio en la parte más alejada de los pasillos centrales y menos concurridos. Me matriculé en un orinal de pared muy relajado hasta que oí a alguien más en el baño, pensé que era otro estudiante, no me preocupo mucho esa situación, sin embargo me causo curiosidad, pues no había visto a nadie entrar antes que yo, ni depués. Acabe feliz me pare frente al lavabo y me examine en el espejo, inmediatamente cruzo a mi espalda una sombra negra con un aire escalofriante y mal oliente, impregnando todo el baño con un ambiente enrarecido que no facilito mucho mi huida, no sabia si salir corriendo, ponerme a llorar o esconderme en una ducha, porqué el estudiante que yo había creído que estaba conmigo en el baño no existía. Quede estupefacto, medio embobado y cuando pude recuperar mis cabales y retornar al mundo de verdad estaba blanco, pálido, parecía anémico. Salí raudo y atropellado al mundo, ahora yo reemplazaba la sombra. Vaya sustico tan… 
Cuando compartí la historia con mis compañeros supe que ya la conocían. Pero me había pasado a mí. Verídico espanto.
Mauricio Rojas P., estudiante. 



La Monja Del Mas Alla 

Esta historia es verídica y no corresponde en modo alguna a la leyenda. Le sucedió en la ciudad de Tuluá, (Valle del Cauca), Colombia, hace pocos años al señor Diego Fernando Rojas, taxista de esa población.
Una noche, el taxista deambulaba en las cercanías del cementerio de esa villa, cuando una monja solicitó sus servicios para trasladarse  a una sala de velación en el centro de la ciudad. Al apearse le pidió que la esperara por unos instantes mientras entraba a la funeraria. En vista de que la monja se demoraba demasiado, el chofer ingresó a la funeraria a objeto de obtener el pago por el servicio prestado. Al preguntar por la monja que acababa de entrar,  los presentes le indicaron que ninguna monja había entrado a la sala de velación, sin embargo, grande fue su asombro al ver que la monja a quien transportó reposaba en un féretro, pues había fallecido en la mañana de ese día.
En opinión de los taxistas de Tuluá, ellos se abstienen de transportar monjas especialmente cuando el sol ya se ha ocultado...

jueves, 1 de diciembre de 2016

VIDEOS

Para los que son aun mas curiosos les dejo unos vídeos que posiblemente pueden ser reales. así que observa y deduce.



https://www.youtube.com/watch?v=TilZNFuHCbg


https://www.youtube.com/watch?v=Nu9onZ7nTos